Terror


El cine de terror es un género cinematográfico que se caracteriza por su voluntad de provocar en el espectador sensaciones de pavor, terror, miedo, disgusto, repugnancia, horror, incomodidad o preocupación. Sus argumentos frecuentemente desarrollan la súbita intrusión en un ámbito de normalidad de alguna fuerza, evento o personaje de naturaleza maligna, a menudo de origen criminal sobrenatural.


CARACTERÍSTICAS


El cine de terror toma elementos de fuentes de la literatura, supersticiones y leyendas tradicionales, así como de temores y pesadillas nacidos de contextos socioculturales mucho más actuales y precisos, especialmente de la tradición oral del cuento de miedo, ampliamente desarrollada en las sociedades rurales de todas las culturas, de ahí surgieron los elementos y personajes básicos utilizados en las películas de este género: los vampiros, el hombre lobo, los monstruos, fantasmas, brujas, zombis, así como las desdichadas réplicas humanas, al estilo de Frankenstein.



El público se siente atraído hacia este tipo de películas precisamente por los estímulos emocionales novedosos e intensos que recibe, es decir, lo insólito-escabroso inscrito momentáneamente en la rutina diaria. 



Los efectos fisiológicos que experimenta el espectador horrorizado en su butaca incluyen fuertes subidas de adrenalina, con dilatación de pupilas, aceleramiento cardíaco y respiratorio, y sudor frío, todo lo cual por lo común se cierra con un desahogo final, en el cual, de acuerdo con el remate que haya tenido la historia, reinará el consuelo o el desconsuelo.

El motor sensacionalista en estas películas es, en muchos casos, la exhibición de la crueldad, humana, bestial o sobrenatural, como representación del Mal, en cualquiera de sus muchas variantes, y esto explica que la gran competencia comercial en esta industria haya generado una escalada indiscriminada de contenidos truculentos en el género a lo largo de los últimos años.

CLASIFICACIÓN

El cine de terror es un género rígidamente codificado por la industria y que a su vez posee muchos subgéneros, cada uno regido por sus reglas propias, y sometido a normas bien precisas que raramente son intercambiables entre subgéneros, entre esos subgéneros se encuentran: 

1. El miedo a la tiranía cruel, escenificado, por ejemplo, a través de la relación del Conde Drácula con sus súbditos y víctimas, o bien en la potencia amenazadora de brujos malignos o monstruos, como es el caso de Fu Manchú, King Kong y tantos otros.

2. Las preguntas sobre el más allá y lo desconocido que han generado toda la serie de zombis, momias, fantasmas, vampiros, extraterrestres, etc.

3. Lo monstruoso en sí mismo, relacionado con lo anterior: la aparición de la anormalidad que alarma y atemoriza; tiene su mejor ejemplo en el viejo Frankenstein, y más modernamente, los Alien, Predator, etc.

4. La pérdida de identidad y el miedo a la locura, visible en filmes como La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956), donde unos seres ocupan los cuerpos suplantando la personalidad de sus víctimas; El exorcista (William Friedkin, 1973), la posesión de la protagonista por el demonio, o la transformación del Dr. Jekyll en el monstruo Mr. Hyde que anida en su interior, en las muchas versiones cinematográficas que ha tenido esta historia; también, Psicosis, de Alfred Hitchcock.

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